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La maldición

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Y al final, se lo terminó llevando esa manía suya. Si no lo hubiera visto con mis propios ojos apenas un par de horas antes de la tragedia, nadie habría podido convencerme de que su obstinación podía llegar a semejante extremo.


Yo conocía ese carácter maldito suyo desde la secundaria. Él solo sabía vivir dentro de su estructura. Aunque le costara mucho hacer lo que se le metía en la cabeza, luchar contra la corriente era parte de él. Solo el esfuerzo lo hacía feliz, solía decirme.


Un par de veces logré convencerlo de que no entráramos a clases y fuéramos al parque a jugar a la pelota con los chicos. Pero estuvo tanto tiempo fastidiándome con sus quejas y lamentos, que abandoné mi deseo de atraerlo al sendero de los simples mortales. Lo dejé ser y pudimos seguir siendo amigos: él, con su absurda rigidez, por un lado y yo, por el otro.


Cuando terminamos la escuela, yo pensé que ya habría abierto los ojos, que habría salido de esa burbuja idealista en la que vivía. Pero me equivoqué. Y, aunque me parece triste lo que le pasó, así le fue con su burbujita.


Traté de advertirle de que no se quedara hasta tan tarde en esa calle, pero no, a él se le había metido en la cabeza que tenía que ser el Quijote de esa mentirosa, para que no se volviera sola a casa, me repetía. Yo les aseguro que traté de que entendiera que ella no iba a volver, que su nada original "ya vuelvo" era solo una excusa para mandarse cambiar sin dar explicaciones, pero no me hizo caso. Claro, él, como buen caballero, se había comprometido a esperar a la doncella en apuros... Lo acompañé hasta las cuatro, pero después de insistir e insistir sin éxito pidiéndole que nos fuéramos, le dije que yo me largaba, que allá él con su maldita responsabilidad y sus reparos morales, pero que yo no tenía ninguna vocación de Sancho.


Quién sabe cuánto rato más habrá estado ahí solo...


Cuando me enteré de lo que pasó no lo pude creer... Era un necio, pero no merecía terminar así. Dijeron que fue un asalto, tipo seis de la mañana... ningún detenido. Seguro que intentó resistirse... eso sería muy de él y sus pretensiones de héroe.


Lo único que no me deja en paz es que estoy casi seguro de que fue esa minita con alguno de sus amigotes... Si tan solo no hubiera sido tan necio y nos hubiéramos ido a las cuatro...

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