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La escalera
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Tan pronto como pisó aquel escalón, supo que algo sucedía. Una inexplicable oscuridad cayó sobre la casa y la baranda pareció desvanecerse. Siguió subiendo como por inercia, casi flotando sobre los escalones mientras trataba de sacudirse el desconcierto. ¿Acaso estaba soñando? Un súbito presentimiento la asaltó al llegar al descanso. Se volvió con ansiedad y entonces lo supo: tendido al pie de la escalera, su cuerpo inerte exhalaba el último suspiro.
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