Casualidad
Cuando escuchó que Daniela y sus amigas iban a ir al cine esa tarde, recordó de repente el vale de "dos por uno" que le habían dado el día anterior.
La película que ellas querían ver no había llamado para nada su atención pero, al escuchar del asunto, súbitamente lo había embargado la inexplicable intuición de que él también debía ir a verla esa misma tarde.
Aunque estaba seguro de que era una perfecta ridiculez ir al cine de improviso y para ver una película que no lo atraía de ningún modo especial, se dejó llevar tanto por ese impulso espontáneo que todavía no conseguía explicarse por qué, aun yendo solo, había sentido incluso la absurda impresión de llevar el vale de descuento. Lo tenía guardado en el bolsillo de la campera y no podía dejar de pensar en él. Se preguntaba de qué se trataría todo eso y por qué estaba actuando de forma tan insólita.
Mientras hacía la fila para comprar la entrada, se arrepentía de estar allí, actuando bajo el influjo de esos impulsos insensatos. Pero justo en ese momento la vio.
Daniela venía caminando hacia él. No podía ser. Seguramente no venía hacia él. Se estaba dejando llevar demasiado por ese estado de ánimo. Sin embargo, pese a su incredulidad, en tan solo algunos segundos más, ella llegó adonde él estaba.
-¡Hola, Javier!... ¡menos mal que te encuentro!- Lo saludó aliviada.
-¿Qué pasó?- preguntó él con intriga.
-No sabés... me pasó de todo hoy. Había quedado con las chicas para venir a ver una peli y llegué muy temprano... pero, al final, las dos me cancelaron a último momento.... y, para rematar, parece que perdí o me robaron la billetera...
-¡Ay!, no me digás... ¿Tenías mucha plata?
-No, por suerte solo tenía lo de la entrada y un poco más...
-¿Tenías los documentos ahí? -No... El único problema es que no tengo para volver a casa... Pero no quiero interrumpirte, si podés prestarme algo de plata yo te la devuelvo mañana...
-Mmmm, no hay problema... Pero tengo una idea que quizá te interese...
-¿Qué?
-Por... casualidad... tengo un dos por uno y lo podemos usar... así, ya que viniste, no te quedás con las ganas de ver la peli... después nos vamos juntos... ¿qué decís?
-Ah, ¡sos un genio! Dale, me parece re bien, muchas gracias... ¡qué buena suerte!